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Preparación vital: Cómo los primeros auxilios pueden hacer la diferencia

La creación del Día Mundial de los Primeros Auxilios fue en el año 2000 y tiene como objetivo principal motivar a los gobiernos de todo el mundo a promover el conocimiento y la práctica de primeros auxilios. La intención es capacitar a la población con conocimientos básicos que les permitan responder ante una emergencia, brindando atención inmediata hasta que llegue la asistencia médica, lo que puede ser crucial para salvar vidas.

La iniciativa busca mejorar la capacidad de respuesta de las personas mediante el aprendizaje de conceptos básicos de primeros auxilios, especialmente en situaciones de emergencia o desastres naturales. Los primeros auxilios son las técnicas y acciones que se aplican de manera primaria e inmediata a personas que han sufrido una lesión, con el objetivo de mantenerlas con vida hasta que puedan ser trasladadas a un centro de salud.

Es fundamental estar preparados ante una emergencia, ya que los primeros minutos son cruciales para salvar vidas. En este sentido, la Cruz Roja ofrece formación gratuita en línea sobre primeros auxilios. Ante una situación de emergencia, se deben verificar de inmediato los signos vitales de la persona afectada:

 

Pulso: Para medir la frecuencia cardíaca, se colocan los dedos índice y medio en la parte interna de la muñeca de la persona, presionando ligeramente y contando los latidos durante un minuto. Los valores normales están entre 60 y 100 latidos por minuto.

Respiración: Se verifica si el tórax sube y baja, y se escucha si la persona respira por la nariz o la boca.

Temperatura: Se mide la temperatura corporal.

Tensión arterial: Se realizan al menos tres mediciones de la tensión arterial para verificar los valores de la presión sistólica, diastólica y las pulsaciones.

Reflejo de las pupilas: Se observa si las pupilas están dilatadas (midriasis) o contraídas (miosis).

 

Algunas técnicas básicas de primeros auxilios incluyen:

Reanimación cardiopulmonar (RCP): Se realiza mediante compresiones torácicas y respiraciones de rescate para restablecer la circulación sanguínea hacia el cerebro y otros órganos vitales.

Asfixia: Se aplica la Maniobra de Heimlich, rodeando la cintura de la persona afectada con los brazos y aplicando presión rápida contra su abdomen, repitiendo hasta que la persona vuelva a respirar.

Quemaduras: Se enfría la zona afectada con agua fría o se coloca una toalla limpia, húmeda y fría.

Heridas: Se lava la herida con abundante agua y se aplica un vendaje limpio para detener el sangrado.

Hemorragias: En caso de hemorragia arterial, se coloca a la persona en posición horizontal y se eleva la extremidad lesionada. Si es una hemorragia venosa, se coloca a la persona en posición horizontal y se aplican vendas limpias sobre la herida.

 

En momentos de emergencia, cada segundo cuenta y el conocimiento de primeros auxilios puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. La habilidad para realizar una correcta reanimación cardiopulmonar, manejar una asfixia con la maniobra de Heimlich, o atender adecuadamente una quemadura o herida, no solo fortalece nuestra capacidad de respuesta, sino que también nos empodera para enfrentar situaciones críticas con confianza.

Al educarnos y practicar estos procedimientos básicos, no solo preparamos a nuestra comunidad para enfrentar emergencias de manera más efectiva, sino que también contribuimos a crear un entorno más seguro y resiliente. Aprovecha los recursos gratuitos disponibles y considera formarte en primeros auxilios; tu preparación puede ser el factor decisivo en un momento crucial.

Recuerda, el primer minuto puede ser el más crucial, así que tu capacidad para actuar rápidamente puede ser la clave para salvar una vida. Haz de los primeros auxilios una parte integral de tu vida y marca la diferencia cuando más se necesita.

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